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FUNDACIÓN CASER
- incremento de la autocompasión,
- crecimiento personal,
- incremento en las habilidades relacionales,
- aumento de empatía,
- mejora de competencias relacionadas con el cuidado.
Pasados 2 meses de la finalización del programa comprobaron que se mantenían los nive-
les obtenidos de equilibrio emocional y bienestar.
Así, en términos generales, los estudios demuestran que los programas de reducción de
estrés basados en Mindfulness:
Mitigan los efectos del estrés en padres y cuidadores de personas con discapacidad del
desarrollo. Esto significa (en los términos que utilizamos en apartados anteriores) que los
participantes, al final del programa, valoran de manera diferente tanto los factores estresores
como los recursos de los que disponen para hacerles frente. En términos de una madre que
participó en uno de mis talleres: “no ha cambiado mi vida, sino la forma como la vivo”.
No podemos olvidar que MbSR es un programa orientado a la gestión del estrés y que, por
tanto, tanto los temas que se abordan en el programa como las técnicas que se utilizan están
destinadas a conseguir este cambio de visión (indistintamente si los participantes tienen hijos
con discapacidad como si no), ese es su punto fuerte.
Mayor aceptación de la situación actual. La aceptación derivada de mindfulness es un
tiempo para hacer una pausa, permitir, dejar ser y ver las cosas con más claridad. Es aceptar
que, por el momento, las cosas son como son. tiene que ver con abrazar la vida, no simple-
mente con tolerarla. Nada tiene que ver con rendirse, puesto que implica cierta acción. Para
las familias, esto se traduce en ajustar las expectativas a la realidad del momento presente,
tal como es y se consigue a lo largo del entrenamiento cultivando la actitud de no-juzgar que
lleva a esta aceptación.
Este es un aspecto muy importante para las familias con hijos con discapacidad, que algu-
nas veces se quedan encallados en sus preocupaciones por lo que pasó, preguntándose por
qué, preocupados por el futuro o dando vueltas a lo que hubiera podido ser y no es. Este tipo
de pensamiento rumiante les lleva a sentir una gran angustia, incluso estrés. Darse cuenta de
cómo funciona pero sobretodo, saber cómo pararlo les ayuda a tener una visión más amplia,
real y tranquila de la situación.
De esta manera, también aumenta la tolerancia ante la incertidumbre. que es uno de los
factores estresores a los que las familias se tienen que enfrentar (es el tan temido “qué pasa-
rá”) y aumenta su capacidad para manejar comportamientos problemáticos o disruptivos.
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