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EL IMPACto DEL SoPoRtE SoCIAL Y LA CALIDAD DE VIDA DE LAS PERSoNAS MAYoRES
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              En esta misma línea, los factores descritos, pueden considerarse como una estimación de
            la calidad de vida, porque las relaciones sociales son fundamentales para el bienestar social,
            entendidas como un estímulo que satisface necesidades y el hecho de sentirse bien. Añadi-
            mos, que el apoyo afectivo es tan importante como el instrumental o físico, en la medida que
            cumplen funciones sociales específicas en estas edades. Según los resultados del análisis de
            datos, estimamos, que, junto a los familiares, que aún son el principal apoyo de los mayores,
            un ambiente social positivo que contemple la ayuda de amigos, compañeros, es fundamental
            para la consecución de un envejecimiento saludable.


              Las relaciones sociales parecen jugar un papel clave en la facilitación de buenas conductas
            de salud. El hecho de tener convivencia con otras personas o relaciones sociales de proxi-
            midad, puede ser el paso más básico en el apoyo social, que generalmente se basa en lazos
            afectivos. Si asumimos que vivir con la familia es un factor beneficioso en sí mismo, también
            reconocemos que mejoran la salud con el apoyo que proporcionan y el acompañamiento en
            la gestión de la enfermedad. Existe evidencia suficiente para sugerir una relación positiva
            entre las redes sociales, las características de la red, el apoyo social, sobre todo el apoyo
            afectivo, la salud y el bienestar.


              De forma específica, hemos descubierto algunos hallazgos interesantes relacionados con
            las variables independientes. En general, la mala salud y la falta de apoyo social hacen que
            las mujeres sean más vulnerables a los eventos adversos sociales y de salud que los hom-
            bres. Encontramos también la evidencia de las diferencias de género en el papel del apoyo
            social y la composición de las redes sociales. Las redes de mujeres tienden a ser más gran-
            des, más multifacéticas y la naturaleza de estos vínculos parece ser diferente de la de los
            hombres. Los hombres y las mujeres tienen diferentes necesidades de apoyo social y reciben
            diferentes cantidades de apoyo social. Concluimos que puede haber diferencias de género,
            pero en ambos géneros, cumple funciones de apoyo, actúan como un amortiguador contra
            la enfermedad. En cuanto a la edad, como muestran los datos, a medida que aumentan los
            años, hacen que las personas mayores sean más propensas a la dependencia y al deterioro
            cognitivo, especialmente aquellos con una red social deficiente. Por otra parte, los contactos
            sociales disminuyen con la edad, especialmente en los hombres.


              tal y como se hace plausible en los argumentos expuestos, resulta evidente que la variable
            salud, debe entenderse como un concepto físico, mental y social. El punto de vista médico
            es limitado y necesita incorporar el apoyo social a su intervención, teniendo en cuenta que las
            relaciones sociales son un proceso en el tiempo y no una función en un momento específico.
            La mortalidad y la calidad de vida de una persona mayor solo pueden entenderse como un
            todo desde una doble perspectiva bidireccional, que implica, analizar los factores sociales
            que determinan las situaciones de salud y / o mortalidad y a la inversa.









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