Tanto Antoni Font como Vicente Bou formaron parte de la
anterior Junta de Gobierno del ICOFCV así como fueron
consejeros del CGCFE
Racó històric
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Octubre 2014
Pero no debemos irnos tan lejos, ni
en el espacio ni en el tiempo, para
constatar el peso que han tenido los
usurpadores de funciones sanitarias
en España y, por supuesto, en nuestra
Comunidad Valenciana. Solo hay que
“tirar” de archivo, así como visionar
de cuando en cuando las noticias,
para contemplar “ojipláticos” cómo
algunos indeseables se hacen pasar
por profesionales, u ofrecen pres-
taciones que no les competen, sin el
menor rubor. De hecho, hace pocos
días los medios informativos se des-
pachaban con una nueva redada de
pederastas entre quienes guraba un
“supuesto sioterapeuta” que embau-
caba a sus víctimas “tratándolas” en su
“consulta”. Sin comentarios…
Y si nos vamos al otro extremo de la
cuerda, el de los “héroes” de esta
“película”, amén de todo el entrama-
do institucional (sin ir más lejos, re-
cuerden la campaña informativa que
el Consejo General de Colegios de
Fisioterapeutas puso en marcha hace
algunos años) y los servicios jurídicos,
con sus consabidos esfuerzos al res-
pecto, debemos recordar a dos rmes
defensores de la profesión como son
Vicente Bou y Antonio Font, unos com-
batientes incansables contra los casos
de agrantes impostores. Ambos, Bou
y Font, dos históricos pioneros de la -
sioterapia en las provincias de Valencia
y Castellón respectivamente, fueron
cofundadores del ICOFCV y miem-
bros, hasta su reciente renovación este
mismo año, de la Junta de Gobierno
de esta institución. Y ambos nos han
dejado un legado, tanto al colectivo
(recordemos también su papel como
consejeros nacionales de Fisioterapia)
como a la sociedad, pues no en vano
sus hijos e hijas continúan su senda,
incluso en el seno del propio ICOFCV.
Podemos concluir con un atisbo de
esperanza. Al recordar los casos “clási-
cos” de intrusismo más conocidos por
nuestro colectivo profesional, merece
la pena incidir en el de un “quiroma-
sajista” de la provincia de Castellón,
quien tras varios años de “prestacio-
nes” terapéuticas, sobre todo en el
mundo deportivo, acabó compren-
diendo que, si lo que uno quiere hacer
es competencia de los sioterapeutas,
lo que tiene que hacer es estudiar
Fisioterapia; y así lo hizo, en una de
nuestras universidades precisamente.
Todo un ejemplo de sensatez y sentido
común. ¡Ahí lo tienen! La pregunta es:
¿cuándo se darán cuenta el resto? La
sociedad, sin duda, tiene la respuesta.
¿Intrusismo o estafa?
Especial
