De héroes
y villanos
(1),(2) y (3) Imágenes alusivas al magnetismo animal de Mesmer (siglo
XVIII). (4) Fotografía del místico monje Rasputín que encandiló a la
familia del zar de Rusia a comienzos del siglo XX
Cuando se trata de abordar una cuestión tan escamosa como es el
concepto de intrusismo profesional, o más aún, el de estafa a la so-
ciedad, el autor debe andar con pies de plomo.
Por otra parte, teniendo en cuenta las numerosas y enriquecedoras
aportaciones con las que cuenta este número especial de nuestra
publicación, sobran las palabras por mi parte.
Así pues, me limitaré a plantearles algunas manifestaciones signi ca-
tivas y, sobre todo, alusiones a situaciones y personajes más recien-
tes en la historia de este fenómeno.
José Ángel González.
Director de
Fisioteràpia al Dia
. Colegiado 2381
Si nos remontamos al pasado más le-
jano, sin duda no se podría achacar in-
tromisión alguna al elenco de caracte-
res que han venido desempeñando un
papel curativo en las sociedades, tales
como chamanes, hechiceros, hombres-
medicina… hasta la profesionalización
y regulación progresiva de las profesio-
nes sanitarias, primero en la Antigüedad
greco-romana, y más detenidamente
durante la EdadMedia, en especial en el
mundo islámico y el continente asiático.
Los problemas surgieron entonces,
cuando la sociedad tuvo que presenciar
el solapamiento de los profesionales
de la Salud con los sanadores o pseu-
doprofesionales, como los que detalla
la tesis doctoral de Enrique Perdiguero,
profesor de la Universidad Miguel Her-
nández e historiador de la medicina en
la provincia de Alicante, especialmen-
te en el siglo XVIII: un siglo de “luces”,
como se le conoce popularmente, pero
también de “sombras” debido a que
la Ciencia aún estaba por asentarse al
respecto.
Un ejemplo muy característico de aque-
llos momentos fue el caso de Mesmer,
todo un paradigma de controversia,
pues era médico y al tiempo un pro-
bable “embaucador de la salud”, y a
los más altos niveles sociales (porque,
créanme, amables lectores: el engaño
y la ilusión no entienden de escalafones
sociales ni de niveles de renta, pese a
los tópicos sobre la ignorancia de los
más menesterosos). Mesmer se prodi-
gó en la práctica del “magnetismo ani-
mal”, como método curativo que llegó
a triunfar entre la aristocracia del centro
de Europa, basado en buena parte en la
hipnosis, pero también en las supuestas
propiedades sanadoras del magnetis-
mo acumulado en animales y personas.
En esa línea de in uencia sanadora e
hipnótica se engloba más tarde el fa-
moso monje místico Rasputín, cuya in-
uencia en la familia del zar y por ende
en la sociedad rusa, a comienzos del
siglo XX, fue muy “sonada”.
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Intrusismo o estafa?
Especial
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