Página 39 - FAD SEPTIEMBRE 2012

Volumen VIII Nº 3
Septiembre 2012
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se formara como enfermera… pero permítanme, queridos
lectores, que les detalle un poco más su biografía:
Rosario Frías Batista vino al mundo en la luminosa ciudad
de Almería un 14 de noviembre de 1944, cuando la II Gue-
rra Mundial concluía y nuestro país sufría su postguerra
más inmediata; ¿que por qué les recuerdo aquellos su-
fridos tiempos?, pues, probablemente, para mitigarles un
poco el panorama que ahora tenemos, ¿no creen?
Continuando con nuestra pionera, su infancia transcurrió a
medio camino entre Andalucía y nuestra región valencia-
na, residiendo ya de jovencita en Alicante, donde concluyó
el Bachillerato en el año 1961, estudiando a continuación
Ayudante Técnico Sanitario (ATS) en la Escuela de ATS de
las “Javerianas” de Alicante (dependiente de la Univer-
sidad de Valencia), finalizando dichos estudios en 1964,
e inmediatamente, influida por otra gran pionera que la
precedió y sería su profesora, Maribel García-Romeu, de-
cidió especializarse en Fisioterapia, que como bien saben
los avezados lectores así era considerada nuestra profe-
sión (una especialidad de enfermería) en aquellos años.
Para ello se formó en la Escuela del Hospital Clínico de
Madrid, dependiente a su vez de la Facultad de Medicina,
entre 1964 y 1966 (¡Dios santo: aún no había yo ni naci-
do…!), en la que sería la 8ª promoción madrileña y tam-
bién de España (paralelamente a otras escuelas como la
valenciana, téngase en cuenta).
Lo que Charo Frías tenía muy claro es que quería ser, ante
todo, fisioterapeuta, de ahí que solamente llegó a ejercer
un mes como ATS, concretamente al finalizar su primer
curso de fisioterapia, en 1965. El resto de su actividad pro-
fesional la ha realizado siempre en el campo de la Fisio-
terapia, y concretamente en una institución que ha sido
todo un referente: el Hospital General de Alicante (por
aquel entonces denominado Residencia “20 de Noviem-
bre”). Así es: la carrera profesional como fisioterapeuta de
Rosario Frías, en su faceta asistencial, ha radicado prácti-
camente en su totalidad en dicho hospital hasta su recien-
te jubilación, con la excepción de un trienio (años 1966-
1969)
con el que debutó en dicha actividad trabajando en
la Clínica de Rehabilitación (RHB) del Dr. Agustín García
Martí, quien a su vez encabezara el Servicio de RHB del
Hospital que ha sido “la segunda casa” de Charo Frías.
En dicho Servicio fue Frías, junto con Josefina Aparici y
Vicente Toledo (a quienes ya dedicamos sendos reporta-
jes en nuestra sección), pionera en fisioterapia, aunque
contratada como ATS, pues aún no existían allí plazas de
fisioterapeuta (¡estamos hablando del año 1969…!).
Pero nuestra veterana colega destacó también en otras
parcelas, como refleja su temprana participación en el aso-
ciacionismo profesional: estuvo entre las primeras fisio-
terapeutas que ingresaron en la Asociación Española de
Fisioterapeutas (AEF), como refleja una de las imágenes
que hace algún tiempo tuvo el detalle de facilitarme para
nuestro archivo histórico, concretamente la del I Congre-
so Nacional de Fisioterapia, al que asistió en 1969, junto
con otros alicantinos y castellonenses como los grandes
Mariano Baeza (que tristemente nos dejó a comienzos de
este año) y José Aguilar, respectivamente.
Además, Rosario no ha dejado de formarse continuamente,
como buena profesional que ha sido, y fruto de su experien-
cia ha sido su destacada impronta entre los primeros profe-
sores que pusieron en marcha a finales de los años noventa
la titulación de Fisioterapia en la Universidad Miguel Her-
nández de Elche, con quienes tuve el honor de participar en
semejante tarea (curtidos veteranos de la Fisioterapia como
Vicente Toledo, Marisa Bataller, Antonio Jorge Luna y un nu-
trido grupo de docentes a quienes desde estas líneas envío
mis mejores deseos de que “sigan en la brecha”, aunque
alguno se nos haya jubilado ya, como el gran Toledo).
La profesora Frías, hasta su jubilación hace escasos años,
desempeñó un activo papel en la docencia tanto de Gra-
do (como ahora la denominamos) como de Postgrado, ha-
biendo formado a varios centenares de nuestros jóvenes
fisioterapeutas en la provincia alicantina.
Con semejantes argumentos, no puedo sino suscribir des-
de aquí, como hago con todos los pioneros que les voy
describiendo de nuestra apasionante profesión, mi más
sincera admiración y respeto por cuanto esta compañera
representa: el saber y la discreción.
¡
Gracias por tu trabajo, Charo!
Charo Frías (a la derecha) con compañeros del Servicio de RHb
del Hospital General de Alicante (a su lado, Roberto Villalón).
Abajo, en un despacho del Hospital General de Alicante