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ONG Voluntariat 2012
Por casualidades de la vida, y después de hacer mi primer
voluntariado en Sudamérica el año pasado, este año pasé
tres semanas en Bolivia con la ONG Fisioterapeutas para
el Mundo Solidarios.
Me gustó mucho el proyecto que fui diseñando junto con
Carlos Villarón, vicepresidente de la ONG, que no se ba-
saba sólo en ayuda asistencial en los centros a los que la
organización da apoyo en el departamento de Santa Cruz
de la Sierra, sino que incluía una labor de formación e in-
formación muy importante y que le da más sentido a los
voluntariados en Sanidad.
Así que me preparé un pequeño curso sobre Fisioterapia
del suelo pélvico a realizar en dos días en un hospital de la
ciudad, dirigido a profesionales sanitarios; y unas charlas
especialmente dirigidas a mujeres sobre qué es y cómo
cuidar el suelo pélvico.
La acogida, tanto en la ciudad de Santa Cruz como en
otros pequeños pueblos que visitamos, fue maravillosa.
El curso de formación en Fisioterapia del suelo pélvico en
el hospital Hernández Vera fue acogido con gran entusias-
mo y a él acudieron fisioterapeutas, médicos residentes,
enfermeros/as y algún que otro ginecólogo. La idea era
dar a conocer esta especialidad, muy necesaria en un país
en el que en los últimos años "se habían puesto muy de
moda" las cesáreas, y con el tiempo ir creando una unidad
de suelo pélvico en el propio hospital, con un responsable
encargado de la educación a las mujeres en este campo,
del trabajo preventivo de Fisioterapia en el pre y post-par-
to y del tratamiento desde la Fisioterapia ante patologías
del suelo pélvico, evitando así los grandes índices de in-
continencia urinaria ante el que las mujeres se conforman
con pañales y cirugía en algunos casos.
Las charlas con las mujeres (y con algunos hombres) en
zonas más rurales fueron un éxito. Encontré grupos de lo
más dispares, pero en todos se percibía una mezcla de
interés y vergüenza, especialmente en el momento de ha-
cer pequeños juegos o prácticas. La experiencia fue muy
amena y provechosa porque al final siempre se acercaban
a hacerme alguna pregunta sobre el tema, de lo que de-
duje que muchas mujeres, incluso bastante jóvenes, tie-
nen problemas en esta esfera.
La actividad asistencial en los cinco centros que visité fue
muy provechosa. Pude ver la forma de trabajar que tienen
allí los fisioterapeutas y las ganas de aprender las técnicas
manuales que les enseñaba sobre algunos pacientes o so-
bre ellos mismos.
Ha sido una experiencia muy buena que espero continúe
dando sus frutos a través de todos los compañeros con
los que intercambiamos conocimientos en Bolivia y que
sirva para animarles a seguir trabajando en la divulgación
y la mejora de una profesión tan maravillosa como es la
Fisioterapia.
Elena Castelló
Colegiada 3.979 (Comunidad de Madrid) y voluntaria ONG
